Las interacciones sociales que se dan en un juzgado pueden ser muy variadas; entre los funcionarios las relaciones son muy cordiales e incluso con cierto grado de amistad, puesto que llevan trabajando varios años juntos. Se llaman en general por el nombre y algunas veces se dirigen entre sí por el nombre en diminutivo, los funcionarios del juzgado generalmente, son egresados de universidades de clase media de poco reconocimiento en la profesión de derecho, y su estrato social es medio. En el caso del juez, se dirige a los hombres por su nombre, y a las mujeres por el nombre en diminutivo demostrando cierta afección y confiabilidad hacia cada uno de sus subalternos, en este caso es obvio el mando que tiene sobre los otros funcionarios, su estrato social es deduciblemente más alto, lo cual se evidencia en su ropa, las joyas que usa, y el nivel educativo, que se evidencia en su cargo, que es muy superior respecto al de los demás.
La relación de los funcionarios con las personas encargadas de averiguar el estado de ciertos procesos, puede variar según el tiempo en que estas personas llevan asistiendo y conociendo al personal del juzgado, a la amabilidad con que se tratan y a la confianza que se halla entablado entre estos. Por ejemplo, hay casos de abogados, denominados por la jerga popular como “tinterillos” (Abogados de clase media, egresados de universidades poco prestigiosas en el mundo litigante, que por lo general son los encargados de administrar gran cantidad de procesos cuyo ingreso monetario es insignificante en contraste con otros procesos de mayor importancia) que a costa de pequeños detalles y buen trato, logran establecer un cierto grado de amistad con los funcionarios, especialmente con él o la secretaria pudiendo obtener, de esa manera, algunos beneficios, como la aceleración de la resolución de sus procesos.
En cambio, con los abogados u otras personas independientes que se dirigen al juzgado a preguntar por sus procesos y que no son reconocidos por los funcionarios, la interacción social es diferentes, por lo que el trato entre de los funcionarios hacia estos es en alguna medida indiferente, ya que no existe un grado de confianza que les permita interactuar de la misma forma que interactúan con personas conocidas. Esto influye en la medida que, por ejemplo, a estas personas en primera instancia se les manda a buscar el estado del proceso en el computador que está ubicado en el juzgado con el objetivo de obtener un acceso rápido a la información, no obstante, si el proceso no se encuentra allí, se le proporciona a la persona una carpeta con una lista en la que se encuentran otros procesos. Es obvio entonces, que estos sujetos al contrario de los primeros, no obtienen beneficios algunos en sus procesos.
Por último, y a manera de conclusión, podemos decir que las relaciones sociales que se dan tanto entre los trabajadores del juzgado, como entre estos y los encargados de indagar por los procesos, son de vital importancia debido a que esta interacción puede ser un factor determinante en la rapidez con que concluya el proceso.
